BALANCE POSITIVO PARA LA PRIMERA

Tras la derrota frente a la UAI Urquiza el pasado Miércoles en condición de local, la Primera División Macabea finalizó su año de competencia.

A pesar del resultado adverso, el balance de este equipo ha sido muy positivo, habiendo podido rearmarse a lo largo del año y cumplido objetivos como lo fue, en primera instancia, la clasificación a la Copa de Oro.

Con el correr de la segunda fase del torneo, y con varias situaciones desfavorables (principalmente lesiones de algunos de sus jugadores), los macabeos debieron reorganizarse y levantar cabeza rápidamente.
Es así como, tras las bajas de Nahuel Schvartzer y Ale Graizer, jugadores que habían tenido menos minutos en cancha como Nico Graizer, Nico Schvartzer, Martín "Chicha" Samuilof y Steven Brofman debieron hacerse cargo de la nueva responsabilidad y acompañar al equipo con un emergente protagonismo.

A pesar de algunas derrotas inquietantes, varias de ellas por diferencias muy acotadas, los dirigidos por Hernán Tovorovsky no bajaron los brazos y llegaron a los playoffs en el 6° lugar de su grupo.
Allí, nuestros jugadores hicieron un gran esfuerzo tras verse las caras con uno de los candidatos del torneo, la UAI Urquiza, que con dominio físico y una larga rotación de jugadores supo revertir lo que parecía una derrota en el partido de ida a tan solo pocos minutos del final.
A la vuelta, con un buen marco de público local, los macabeos jugaron de igual a igual a este gran equipo hasta los últimos minutos donde la UAI, con 3 buenas defensas que tradujeron en goles rápidos, supieron hacerse de una diferencia en el marcador que mantendrían hasta el final del juego.

A pesar del resultado adverso, nuestros jugadores murieron con la frente en alto, sabiendo que lograron jugar en un nivel altísimo dentro del básquetbol metropolitano y competir con grandes equipos, a pesar de las reiteradas bajas y ausencias.

Concluye así un 2017 con balance positivo, con un plantel compuesto por casi todos jugadores formados en el club y un entrenador nuevo que, luego de formarse en Macabi y probar suerte en otras instituciones de primer nivel, volvió para llevar a la Primera Macabea a lo más alto.
Ahora es tiempo de pensar en el 2018, redefinir objetivos, y mirar en pos de la próxima pretemporada.